El arsénico en la historia del crimen. El caso Bodle, Lafarge y otros

Pocos venenos poseen tanta fama como el arsénico. El arsénico es un elemento químico de la tabla periódica cuyo símbolo es As y su número es el 33. Es un elemento común y lo encontramos presente en la atmósfera, en rocas y suelos de forma natural combinado con metales o azufre, del mismo modo, el arsénico lo hallamos en la historia del crimen desde hace siglos.

La historia del hombre y las diversas sustancias capaces de producir envenenamiento ha sido larga y sinuosa. Los venenos fueron usados desde antiguo para la caza de animales y para la eliminación de enemigos. Venenos de todo tipo son mencionados en la Biblia, en Egipto, en la milenaria China y en la antigua Grecia. El gran filósofo griego, Sócrates, murió envenenado tras ser condenado a muerte. Cumplió la pena mediante la ingesta de cicuta en el año 399 a. C. En la antigüedad ya se conocía el arsénico en su combinación con el azufre, arsénico amarillo y rojo, oropimente y rejalgar, nombrados por Hipócrates (460 a.C) y Aristóteles (384 a.C), aunque conscientes de su peligrosidad, citan sus usos en cosmética, pintura o medicina.

Veneno es cualquier sustancia que introducida en un ser vivo es capaz de producir graves alteraciones funcionales incluso la muerte 

Definición RAE

Muerte de Socrates. 1787 Jacques-Louis David.  Metropolitan Museum of Art, NY.

El arsénico fue ampliamente usado en la antigua Roma explorando su toxicidad. Posiblemente, la Lex Cornelia de sicariis et veneficis (Ley Cornelia sobre asesinos y envenenadores) promulgada en el año 82 a. C. por el dictador romano Lucius Cornelius Sila (138 a.C – 78. a.C) fuese la primera norma dictada para castigar el uso de venenos, de hecho, el veneno fue uno de los motivos que encumbraron a Nerón como emperador del Imperio romano en el año 54 a.C. Su madre Agripina, gracias a la liberación de la esclava Locusta, la utiliza para la preparación y administración de venenos, especialmente el arsénico, a los oponentes políticos de su hijo, incluido su esposo Claudio.

Lacusta y Nerón prueban el veneno con un esclavo. 1876. M Sylvestre

Durante la Edad Media, el arsénico fue pronto vinculado a la alquimia. En el siglo XIII San Alberto Magno consiguió obtener arsénico puro del oropimente. Más tarde, el arsénico adquirió fama durante el Renacimiento al ser usado en medicina por Paracelso y al convertirse en la más eficaz arma de la familia Borgia en Italia para saciar su ambición de poder eliminando oponentes. En el siglo XVII, Giulia Tofana, la famosa envenenadora siciliana, mediante una mezcla que incluía arsénico, conocida como Agua Tofana, provocó la muerte de cientos de hombres al ser vendida a mujeres que deseaban acabar con sus esposos.

Lucrecia Borgia se lava las manos después de envenenar a su marido, siendo cómplice en el crimen su padre, el Papa Alejandro IV. Dante Gabriel Rossetti. 1871

«Todas las sustancias son venenos, no existe ninguna que no lo sea. La dosis diferencia un veneno de un remedio» «dosis sola facit venenum» – Solo la dosis hace al veneno

Paracelso (1493-1541)

En Francia durante el reinado de Luis XIV, el rey Sol, y tras el juicio contra la marquesa de Brinvillers al cometer varios asesinatos por envenenamiento con agua tofana, se destapó el conocido caso de los venenos (affaire des poisons) (1677-1682) donde, también, el arsénico era el rey. Varios miembros de la aristocracia se vieron envueltos en un escándalo de acusaciones por envenenamiento y brujería, que terminó con la ejecución de 36 personas, encabezadas por una mujer conocida como La Voisin una bruja, adivina y envenenadora profesional de París.

Si bien, el arsénico fue utilizado para muchos otros fines, por ejemplo, se empleó en medicina para tratar úlceras o afecciones de la piel. En el siglo XVIII el célebre químico sueco, Carl Wilhelm Scheele, mediante una mezcla de cobre, arsénico, hidrógeno y oxígeno produjo un pigmento verde brillante cuya base era un arsenato de cobre que fue usado en papeles, telas, dulces, juguetes, jabón y pinturas. Es considerado equivalente del verde de Schweinfurt o Verde París, llamado así al convertirse en el color de la moda parisina en el siglo XIX. Este producto, también se empleaba en pintura al óleo siendo utilizado por Cézanne, Manet o Van Gogh, pero podía causar la muerte por inhalación.

La tela de un vestido verde con este pigmento podía contener hasta 100 gramos de arsénico, y solo se necesitan 4-5 gramos para matar a una persona.  El arsénico durante el siglo XIX era muy fácil de conseguir en todo el mundo lo que desató una ola de crímenes relacionados con la ingesta de este veneno. Incluso, el arsénico fue conocido como «el polvo de la herencia».

En el Reino Unido tuvo que ser aprobada la Ley del Arsénico de 1851 (The Arsenic Act) a fin de abordar la creciente preocupación pública por los envenenamientos accidentales y deliberados por arsénico. Esta ley imponía la obligación de un registro escrito y firmado por quienes vendían arsénico, incluyendo la cantidad y el propósito. Si bien, nada impedía accidentes como el ocurrido en 1858, en Bradford, Inglaterra, cuando un fabricante de dulces y pastillas mezcló por error arsénico blanco en lugar de azúcar provocando la intoxicación de unas 200 personas y una veintena de muertes. En 1868, también en Reino Unido, fue aprobada la Ley de Farmacia (Pharmacy Act)  que limitaba la venta de venenos solo a los farmacéuticos.

Viñeta crítica con la venta de venenos y drogas 1905. Library of Congress USA

El verde de París en esta época comienza a ser aplicado en la agricultura como pesticida, así hacia 1900, su uso era tal que el estado de California aprueba la primera ley estatal sobre pesticidas de Estados Unidos en 1901; pretendía prevenir el fraude en la venta del Verde de París. El Verde París era enormemente letal para los mamíferos y, finalmente, tuvo que ser prohibido.

Anuncios

Arsénico, ¿el veneno perfecto?

Una de las principales dificultades para las autoridades a lo largo de la historia siempre ha sido la detección del uso de veneno. En el caso del arsénico, sus efectos son similares a los propios de una intoxicación alimentaria, la disentería o el cólera (dolor abdominal, diarrea, vómitos). Además, el arsénico procesado era transparente, sin sabor, fácilmente dispersable en alimentos y líquidos calientes, se parecía a la harina o al azúcar y era fatal en pequeñas dosis. Definitivamente, el arsénico se convirtió en el arma perfecta para cometer un asesinato sin ser descubierto.

Durante el siglo XVIII, los investigadores intentan detectar el arsénico mediante pruebas olfativas o con pruebas de química poco fiables. Los médicos intentan detectar el veneno conforme a su experiencia, aunque realizando pocas autopsias. El conocido caso de Mary Blandy en 1752 ocurrido en Henley-on-Thames (Inglaterra) se considera el primer juicio donde se presentaron pruebas fiables sobre envenenamiento con arsénico, ya que durante el mismo participaron expertos médicos con realización de pruebas basadas en los residuos buscando trazas de arsénico. El 6 de abril de 1752, Mary Blandy fue ahorcada cerca del castillo de Oxford por el asesinato con arsénico de su padre.

La ejecución de Miss Mary Blandy. Oxford on 6th April 1752. Wellcome Library, London.

Pero, no será hasta el siglo XIX cuando surjan avances reales en la detección del arsénico ante muertes sospechosas por envenenamiento. En 1814, el químico español, Mateu Orfila, afincado en París, publicó su trabajo Traité des Poisons (Tratado sobre los venenos), donde detallaba varias pruebas mediante muestras para descubrir el uso de arsénico como veneno. Orfila es considerado el padre de la toxicología forense moderna. Sus estudios y su trabajo provocaron el avance de las técnicas de toxicología y el empleo de nuevos métodos en todo el mundo.

Coincidiendo en el tiempo, a principios del siglo XIX, dos célebres procesos judiciales aceleraron las investigaciones y avances de la ciencia toxicológica. Fueron el caso Bodle en 1833 juzgado en Inglaterra y el caso Lafarge sentenciado en Francia en 1840. En ambos, los estudios e, incluso, la intervención de Orfila fueron determinantes para su resolución junto a los ensayos del químico inglés James Marsh, el creador del test Marsh para la detección del arsénico.

El caso Bodle

En un pequeño pueblo llamado Plumstead, en el extremo sureste de Inglaterra, cerca de Londres, George Bodle, de 81 años, murió tras sufrir varios días vómitos, retortijones, diarrea y debilidad. Otros miembros de su familia experimentaron síntomas similares, sin llegar a morir. Era el año 1833.

Los Bodle eran una acaudalada familia de agricultores y George Bodle, aunque ya anciano, controlaba la granja familiar junto a su hijo mayor John. En la casa de George Bodle convivían, la mujer de George, Ann de 74 años, dos de sus hijas y un par de sirvientas.

Cerca de su vivienda, el hijo mayor de George, poseía una granja donde vivía con su mujer y su hijo John de 23 años, el nieto de George. El 2 de noviembre de 1833, temprano, John acudió a la vivienda de su abuelo. Allí, ayudó a las sirvientas de la casa en la preparación del desayuno, puso el hervidor de agua en el fuego. Tras tomar el café, las dos sirvientas y el abuelo George comenzaron a sentirse enfermos, vomitando y quejándose de un ardor en la garganta. Avisado un médico, el Dr. Butler, al atender a los pacientes sospecha que podría tratarse de un caso de ingesta de arsénico mezclado con el café. Prescribe la toma de vomitivos para eliminar el veneno.

Dos días más tarde, el doctor acude con un colega quien confirma la hipótesis del envenenamiento. El señor Bodle no mejora. Al día siguiente el anciano George Bodle, muere. El resto de los que bebieron café se recupera.

El nieto, John Bodle, se convierte en el primer sospechoso, los testigos coinciden en que fue quien llenó el hervidor de agua. El doctor precavidamente: tomó muestras del vómito, del hervidor y recibió declaración a los presentes en la casa Bodle. El médico será quien informe a las autoridades locales del posible caso de envenenamiento. Los rumores en el pequeño pueblo comienzan. Se afirma que el joven nieto compró, días antes, arsénico y que habían oído desear la muerte de su abuelo y padre para heredar la granja. El día 6 de noviembre fue detenido y entre sus pertenencias, encontraron tres paquetes de polvo de arsénico junto con una solución en una pequeña botella y cuyo uso, explicó, era matar ratas. Pero, parte de estas pruebas fueron extraviadas o manipuladas por el policía que las custodiaba al emborracharse.

Anuncios

Mientras, James Marsh, el químico encargado de analizar las muestras recogidas por el doctor Butler, confirma que existe una cantidad de arsénico dentro de la tetera, aunque sin determinar cuánto.

Realizada la autopsia de George Bodle por el doctor convertido en investigador, Butler, junto a dos compañeros, no pudieron encontrar ninguna causa concreta de la muerte, si bien, hallaron varias inflamaciones en el esófago, los pulmones, el estómago y los intestinos, junto con una decoloración en el estómago que podría determinar el consumo de un elemento irritante. Varias muestras de George Bodle fueron enviadas al químico James Marsh para su análisis.

James Marsh disponía para determinar si existía arsénico las pruebas de nitrato de plata y sulfato de cobre que conseguían evidencias sobre la presencia de arsénico al contacto con las muestras, produciendo residuos, si bien, no concretaban la cantidad de arsénico presente en ellas.

El 13 de diciembre de 1833 tendría lugar el juicio contra el nieto del George Bodle.  El juicio duró solo dos días. Las testificales y las pruebas forenses de Marsh, no pudieron convencer al jurado y resultó absuelto. Años más tarde confesó el crimen cuando iba a ser deportado del país por otro delito.

A James Marsh, la absolución de Bodle le sirvió de acicate para encontrar la forma de demostrar de forma clara el uso del arsénico en crímenes y comenzó a investigar y mejorar la pruebas para la detección del arsénico.

Así, en 1836 inventó un aparato capaz de detectar el rastro dejado por el arsénico y su cantidad: el test Marsh. Mediante la reacción de elementos químicos como zinc y ácido sulfúrico se conseguía obtener restos de arsénico y medir su cantidad.

Investigadores realizando el Test Marsh 1856

El caso Lafarge

En 1840 tiene lugar en Francia unos de los míticos juicios de la historia asociado al uso de arsénico y el papel de la toxicología forense. Es el caso Lafarge, Affaire Lafarge.

Meses después de que Charles Lafarge y su esposa Marie contrajeran matrimonio, la muerte del señor Lafarge, llevó a considerar a Marie como la principal sospechosa del asesinato de su marido. Marie era una aristócrata que podría sentirse engañada al haberse casado con el Sr. Lafarge bajo el pretexto de ser un rico propietario, ya que la realidad no fue tal. Marie descubrió que el Sr. Lafrage estaba al borde de la quiebra y vivía en una casa infestada de ratas con su madre. 

Marie Lafarge fue llevada a juicio. El asunto pronto fue noticia en toda Francia, el juicio se siguió a diario por los periódicos y se crearon corrientes de opinión con detractores y partidarios de la inocencia de Marie quien se presentó ante el jurado del Tribunal de Tulle el 3 de septiembre de 1840 como una víctima injustamente acusada de la muerte de su marido.

El caso Lafarge será el primer caso documentado del uso del Test Marsh para determinar la presencia de arsénico en el cuerpo de la víctima pero no sin polémica. Las dos primeras pruebas practicadas por médicos locales sobre los restos de Lafarge, resultaron negativas al uso del arsénico. Llamado al juicio como perito el famoso químico Orfila, previa exhumación del cadáver, la tercera prueba resultó positiva, pero realizada sobre la comida que Marie le daba a su marido y de la que se habían guardado muestras. Orfila demostró al jurado que las primeras pruebas fueron negativas debido a la mala práctica durante el uso del test de Marsh. Marie fue condenada por el tribunal a trabajos forzados de por vida, luego conmutados a solo reclusión, y en  junio de 1852, enferma de tuberculosis, fue liberada. En prisión escribió Mémoires.

Este caso dio el respaldo definitivo al uso de la prueba forense del Test de Marsh y su continua mejora para detectar el envenenamiento por arsénico en los juicios criminales de todo el mundo hasta finales del siglo XX, existiendo en la actualidad un amplío número de técnicas para encontrar venenos.

Un químico hace una demostración de arsénico en una audiencia. Litografía de Honoré Daumier, 1841. Wellcome Library CC4
Anuncios

Otros casos de envenenamiento por arsénico

El envenenamiento por arsénico, tanto de modo accidental o con fines criminales ha estado detrás de la muerte y enfermedades de personajes históricos e, incluso, de recientes casos judiciales, veamos unos cuantos:

  • Se cuenta como leyenda que Ladislao, rey de Nápoles, en 1414 murió envenenado por su amante, quien se introdujo un algodón impregnado de arsénico en sus genitales para provocar su intoxicación letal.

  • Francesco I de Medici (1541-1587), Gran Duque de Toscana, y su esposa Bianca Capello, fallecidos con un día de diferencia, murieron envenenados con arsénico. Recientes estudios forenses italianos evidencian que pudieron ser asesinados con este veneno, quizás para acceder su sucesor, el hermano de Francesco, al Ducado.

  • El rey Eric XIV de Suecia (1533-1577) murió en la prisión en el castillo de Örbyhus al parecer tras ingerir una sopa envenenada con arsénico. En 1568 el rey Eric fue depuesto y encarcelado por su hermano Juan, quien será nombrado nuevo rey por el Parlamento sueco. Tras su derrocamiento, Eric fue trasladado de prisión en prisión por todo el país hasta su envenenamiento. Su cuerpo fue exhumado en 1958 y, tras análisis forenses, se reveló que fue envenenado con arsénico.

  • El rey Jorge III de Reino Unido (1738-1820), enfermo durante gran parte de su vida, sufría episodios incapacitantes mentales que los investigadores han indicado corresponderían a síntomas característicos de la enfermedad conocida como porfiria, identificada, también, en miembros de su familia. Además, en 2004, tras un estudio de muestras de cabello del rey inglés, se encontraron niveles muy altos de arsénico, que, a su vez, es un posible desencadenante de los síntomas de la enfermedad y que, según parece, llegó al rey por el uso del antimonio como tratamiento, según la revista médica The Lancet.
Cabellos del rey Jorge III Museo de Ciencias de Londres. WL
  • Un célebre caso ocurrido en Alemania fue el de Charlotte Ursinus (1760-1836). Acusada del asesinato con arsénico de su esposo, su tía y su amante, fue condenada a cadena perpetua y posteriormente indultada en 1833.

  • El caso de Madeleine Hamilton Smith (1835 -1928) ocurrido en Glasgow en 1857, fue un mediático juicio donde la acusada se enfrentó a la una acusación de asesinato por envenenamiento con arsénico de su amante, resultando «no probado» el crimen.
Juicio del asunto Madeleine Hamilton Smith 1857
  • La primera asesina en serie de Gran Bretaña, Mary Ann Cotton, (1833-1873), enfermera de profesión, utilizaba el arsénico como veneno para acabar con 11 de sus 13 hijos, 4 maridos y varios amantes. Fue juzgada en 1873 y ahorcada.

  • Sobre Napoleón Bonaparte (1769–1821) siempre se ha sugerido que murió consecuencia de un envenenamiento deliberado por arsénico durante su encarcelamiento en la isla de Santa Elena, ya que las muestras forenses de su cabello revelaron niveles muy altos de este veneno, si bien no es nada descartable la contaminación accidental. Oficialmente, Napoleón falleció por cáncer de estómago.

  • Sobre la famosa escritora británica Jane Austen (1775-1817), autora de «Orgullo y prejuicio» y «Sentido y sensibilidad», pesa la duda sobre si murió por una intoxicación accidental o intencionada de arsénico, si bien, no hay estudios forenses de sus restos.

  • En el caso del líder de la independencia de América del Sur, Simón Bolivar (1783-1830), algunos estudios vinculan su muerte a una intoxicación crónica por arsénico complicada con su enfermad pulmonar.

  • El explorador estadounidense Charles Francis Hall (1821-1871) murió inesperadamente durante su tercer viaje al Ártico, la expedición Polaris. Después de regresar al barco de una expedición en trineo, Hall bebió una taza de café y cayó gravemente enfermo. Tras sufrir vómitos y delirios durante una semana, acusó a varios miembros de la expedición, incluido el médico del barco, Emil Bessels, con quien había tenido varias discusiones.  Al poco, los síntomas se repitieron, muriendo. Hall fue enterrado allí en 1871. Tras el regreso de la expedición, una investigación de la Marina estadounidense dictaminó que Hall había muerto de una apoplejía.  Sin embargo, en 1968, el biógrafo de Hall, Chauncey C. Loomis, intrigado por la extraña muerte de Hall, viajó a Groenlandia para exhumar su cuerpo.  Gracias a las bajas temperaturas se pudieron obtener muestras de tejido de huesos, uñas y cabello que mostraron que Hall murió de intoxicación por grandes dosis de arsénico en las últimas dos semanas de su vida. Muy probablemente, fue asesinado por los miembros de la expedición.
Entierro de Charles Francis Hall
  • El proceso Danval ocurrido en Francia en 1887, donde fue condenado un farmacéutico, Louis Danval, por el asesinato con arsénico de su mujer. Fue revisado su caso 45 años más tarde, siendo absuelto por un error judicial y científico. En el enlace podéis acceder Caso Danval

  • En 1904 destaca en Auch (Francia) el caso de la envenenadora de Saint Clar. Fue un asunto que despertó interés en la prensa de la época y puso a prueba, de nuevo, a la ciencia ante los tribunales. Se juzgó a una joven mujer, Rachel Dupont, por un delito de tentativa de incendio, robo y asesinato por envenenamiento con arsénico de tres personas: su marido, su abuela y su hermano. En el enlace podéis acceder al Juicio del caso de la envenenadora de Saint Clar.
rachel galtie envenenadora francia saint clar juicio
Rachel Galtie, la envenenadora de Saint Clar Auch (Francia)
  • El emperador chino Guangxu (1871-1908), fue asesinado por su tía, la emperatriz Cixi, con una dosis letal de arsénico en 1908. En 2008 este asesinato por envenenamiento fue confirmado por pruebas forenses.

  • Herbert Rowse Armstrong en 1922 se convertirá en el único abogado en la historia del Reino Unido que ha sido ahorcado. Fue condenado por el asesinato con arsénico de su mujer.

  • La última mujer ejecutada en España mediante garrote vil (1959) fue Pilar Prades, la envenenadora de Valencia, condenada por asesinato usando arsénico. El verdugo de su ejecución tuvo que ser llevado a la fuerza e inspiró la película homónima de Berlanga.
Anuncios
  • El activista indonesio de derechos humanos y anticorrupción Munir Said Thalib (1965-2004) fue envenenado con arsénico a bordo del vuelo desde Yakarta a Ámsterdam cuando acudía para obtener su maestría en derecho internacional y derechos humanos. Ocurrió el 7 de septiembre de 2004. El Instituto Forense de los Países Bajos reveló que el cuerpo de Munir contenía un nivel de arsénico casi tres veces superior. El piloto del vuelo, Pollycarpus Priyanto, fue declarado culpable de asesinato, le había ofrecido un asiento de primera clase a Munir y luego le había puesto arsénico un zumo de naranja. Pollycarpus fue puesto en libertad en 2014 tras cumplir 8 años de prisión.

  • El 25 de julio de 1998 durante una fiesta vecinal en Japón, Masumi Hayashi provocó la muerte de dos niños y dos adultos después de consumir curry, y otros 63 sufrieran una intoxicación aguda por ingesta de arsénico. Masumi Hayashi, de 37 años y madre de cuatro hijos, fue acusada de los hechos, al ser vista por un testigo cerca de la comida y por la facilidad para acceder al arsénico, ya que su esposo era un exterminador de insectos. Tribunal de Distrito de Wakayama la condenó a muerte en 2002. El 28 de junio de 2005, el Tribunal Superior de Osaka confirmó su sentencia de muerte. El 21 de abril de 2009, la Corte Suprema de Japón rechazó su apelación. En julio de 2009, Hayashi solicitó formalmente un nuevo juicio. El Tribunal de Distrito de Wakayama rechazó su petición en marzo de 2017. Hayashi apeló al Tribunal Superior de Osaka en abril de 2017 y el 25 de marzo de 2020 ha rechazado la petición de un nuevo juicio.

  • Bangladesh lleva varias décadas sufriendo la contaminación de sus aguas con arsénico por la excavación de pozos que lo liberaron, pozos construidos con apoyo de organizaciones mundiales como Unicef en los años 70 para paliar enfermedades como el cólera, ya que evitaban que la población bebiese de aguas superficiales contaminadas, sin embargo, como dice el dicho, fue peor el remedio que la enfermedad.

  • En 2018 fueron descubiertos en una biblioteca de Dinamarca tres libros de los siglos XVI y XVII cuyas páginas están impregnadas con arsénico al estilo de la novela de Umberto Eco «El nombre de la rosa».

Terminamos esta entrada con un poco de humor negro, recordando una escena de la película de 1944 Arsénico por compasión (Arsenic and Old Lace) del genial Frank Capra, en el momento en que Cary Grant descubre el peculiar modo que tienen sus tías de resolver problemas con una mezcla de arsénico.

Más información y fuentes:

Entre la ciencia y el crimen Mateu Orfila y la toxicología en el siglo XIX

https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1483199/

Usos actuales del arsénico

La compra de venena: desde el derecho romano a la reciente jurisprudencia del T.S. Rodríguez-Valdés

Wikipedia y Wikimedia Commons

Origen e historia de la Toxicología

Libros recomendados: