Jeanne Chauvin. Abogadas pioneras

En 1901 Jeanne Chauvin fue la primera abogada en actuar como tal ante los tribunales en Francia. Esta pionera luchó toda su vida para facilitar el acceso de las mujeres a la universidad y a la profesión jurídica.

Nacida el 22 de abril de 1862 en Jargeau, cerca de la ciudad de Orleans, era la hija Jean Cézary Chauvin, notario, y Marie Emilie Leseur. Su padre murió cuando ella tenía 16 años, marchando la familia a Paris. Jeanne se volcó por completo en sus estudios, sacó con notable éxito bachillerato de Letras y de Ciencias, y dos grados: Derecho y Filosofía. 

Jeanne Chauvin 1902

Fue la segunda mujer en Francia que obtuvo el grado de derecho en 1890. En 1892, se convirtió en la segunda doctora en derecho del mundo con una tesis dedicada al Estudio histórico de profesiones accesibles para las mujeres, donde declaró sin rodeos que la desigualdad legal entre hombres y mujeres fue introducida y consolidada por la influencia de las leyes hebraicas en la Biblia y, el catolicismo posterior.

No fue fácil llegar ahí, durante la defensa de su doctorado, cuando se presentó ante el jurado, estudiantes invadieron la sala cantando La Marsellesa sembrando la confusión. La defensa de Jeanne Chauvin tuvo que ser aplazada unos días.

Dos años antes que ella, en 1890, la rumana Sarmiza Bilcescu había defendido una tesis en la Universidad de Paris sobre el tema La condición jurídica de la madre tras acceder a la universidad parisina en 1884, no sin antes tener que ser aceptada en una acalorada deliberación del Consejo de la Facultad de Derecho. Sarmina Bilcescu fue la primera mujer de Europa con grado en Derecho en 1887 y la primera en el mundo que consiguió un doctorado de Derecho. Si bien, Sarmiza no llegó a ejercer la abogacía y regresó a Rumanía dedicando su vida a la lucha por la defensa de los derechos de las mujeres.

Ya en 1893 Jeanne Chauvin solicitará mediante dos proposiciones de ley  que se conceda a las mujeres casadas el derecho de ser testigos en actos públicos y privados y que se reconozca la capacidad de las mujeres casadas para disponer de los ingresos de sus industrias personales o su trabajo.

Jaeanne Chauvin tiene también el honor de ser la segunda mujer en prestar el juramento como abogada en la sala de audiencia de la Cour d’appel de Paris. La primera mujer en prestar dicho juramento fue Sonia Olga Balachowsky-Petit (1870-1965).

Pero Jeanne Chauvin lejos de ser la eterna segunda, fue, sin duda, una auténtica pionera, ella abrió el camino para que todo cambiara.

El 30 de noviembre de 1897, Jeanne Chauvin recibió una sonora negativa tras aportar sus títulos y solicitar su incorporación como letrada. La sala primera de la Corte de Apelaciones de París rechazó su solicitud de admisión al juramento como abogada, en la resolución se le indicaba que: «Considerando que es universalmente reconocido que en la ley antigua, en los países de derecho escrito, como en los de derecho consuetudinario así como en los principios del derecho romano que la profesión de abogado fue formalmente prohibida a las mujeres, que las raras excepciones invocadas por la señorita Chauvin se refieren a la mujer que tiene un poder para litigar, no a ser abogada, no podemos más que fallar esta regla absoluta que es en aplicación lógica del principio de que la profesión de abogado ha sido considerado un oficio varonil. …» «Solo al legislador le pertenece el derecho de cambiar las leyes o realizar nuevas, mientras que el poder judicial está llamado a interpretar y hacer cumplir las leyes existentes»  … Descargar en francés de la citada resolución (Pdf).

Jaenne Chauvin buscará entonces obtener la modificación de la legislación con la ayuda de su hermano, Emile Chauvin, abogado, profesor asociado de la Facultad de Derecho y diputado de Seine et Marne. Jeanne Chauvin, poco a poco, consigue sumar a su causa a otros diputados como Léon Bourgeois (Premio nobel), Paul Deschanel (10 Presidente de la III República) , Raymond Poincaré ( 9 Presidente III República) o René Viviani (Primer Ministro). 

Jeanne tras 3 años de gestiones consigue que se apruebe la Ley 1 de diciembre de 1900, cuyo propósito era permitir que las mujeres licenciadas en derecho puedan realizar el juramento como abogadas y ejercer esa profesión.

La primera mujer en prestar este juramento, paradójicamente, no fue Jaenne Chauvin, será Sonia Olga Balachowsky-Petit, fue el 6 de diciembre de 1900. Olga Petit era ucraniana, llegó a Francia para continuar sus estudios de derecho y se casó en 1896 con Eugène Petit, abogado, periodista y político. Los periódicos de la época recogen tal suceso.

Noticia sobre el juramento de Olga Petit

Solo 13 días después, el 19 de diciembre de 1900, Jeanne Chauvin, presta su juramento conforme a la ley que ella misma consiguió que fuese aprobada. El año 1900 consagró el acceso a la profesión de abogadas a las mujeres en Francia.

Juramento como abogada de Jeanne Chauvin 19/12/1900

Aproximadamente, un mes más tarde, el 21 de enero de 1901, Jeanne Chauvin se convirtió en la primera mujer en Francia que pisaba un tribunal en defensa de su cliente. Su primera actuación fue ante la Novena Sala del Tribunal Correccional del Sena.

Pocos testimonios como el del «buen juez», Paul Magnaud, del Tribunal de Château-Thierry encontramos favorables a la entrada de mujeres en la justicia francesa. Al recibir el 23 de febrero de 1901, en su tribunal, a la primera abogada, Jeanne Chauvin, el juez Magnaud le comunicó su deseo de ver pronto mujeres jueces en el poder judicial: … «El tribunal de Château Thierry aplaude y aplaudirá fuertemente cualquier medida que pueda emancipar a las mujeres … Es por eso que espero que venga una próxima ley, basada en la igualdad de género, que se sentará como juez en los tribunales ordinarios mujeres.» Será en 1946 cuando se nombre a una mujer en Francia juez, casi medio siglo más tarde.

«Una ley le ha conferido el derecho de abogar en esta barra… el Tribunal de Château Thierry lo aplaude. Y aplaudirá enérgicamente cualquier medida que pueda emancipar a la mujer. Es por eso que tengo la esperanza de que venga una próxima ley, basada en la igualdad de género, que hará que las mujeres se sienten como jueces en los tribunales ordinarios …»

Paul Magnaud. El Buen Juez. 1901. (Une loi vous a conféré le droit de plaider à cette barre… Le tribunal de Château Thierry y a applaudi. Et il applaudira très énergiquement à toute mesure qui sera de nature à émanciper la femme… C’est pourquoi j’ai l’espoir qu’une loi prochaine, basée sur l’égalité des sexes, viendra, qui fera siéger comme juge dans les tribunaux ordinaires la femme…)

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Lo cierto es que Jeanne Chauvin no llevó muchos asuntos en los tribunales ya que decidió, principalmente, dedicarse a la enseñanza del derecho en institutos para niñas, entendiendo que el futuro de las mejoras en las condiciones de las mujeres debía comenzar con una buena formación que las llevara a la universidad.

La incorporación de la mujer a la profesión de abogada provocó debates no solo en Francia sino en toda Europa. Así, por ejemplo, en España Leopoldo González Revilla, letrado del Consejo de Estado y Gobernador Civil, en 1906 apoya en un artículo de la Revista Álbum Hispano Americano a las mujeres abogados, indicando que no existe motivo fundado alguno para impedir su acceso, cosa que no sucederá en dicho país hasta la llegada de los años 20 con la colegiación de María Ascensión Chirivella y Victoria Kent.

«…La mujer es un ser inteligente y dotado de razón, un individuo participante de la vida social, que contribuye a la conservación del organismo colectivo, que tiene derecho al trabajo y a la libre expansión de sus facultades y que puede consagrar sus aptitudes en la forma que estime más conveniente; por tanto, todas las profesiones deben serle accesibles y deben ser abiertos amplios horizontes a la actividad femenina.»

Leopoldo González Revilla (1858-1915). Letrado del Consejo de Estado español. Revista Álbum Hispano Americano a las Mujeres Abogados. 14 de enero de 1906.

Aunque, en términos generales, la llegada de la mujer a la abogacía no fue bien recibida y no faltaron críticas y burlas. Incluso, se realizaron hacia 1901 en Francia cartas postales caricaturizando a las mujeres mientras abogaban en el tribunal y cuidan a bebés.

El camino estaba abierto pero lleno de obstáculos empezando por los propios clientes, ¿quién querría confiar?. Solo el buen trabajo realizado por ellas, lentamente, será apreciado. Las cifras de mujeres universitarias se mantuvieron bajas antes de la Primera Guerra Mundial. Hubo en Francia únicamente 18 abogadas inscritas entre 1900 y 1917. La Primera Guerra Mundial marcó un punto de inflexión en las posibilidades de acceso a las profesiones «masculinas» y, a partir de 1921, será cuando se normalice la llegada a las aulas universitarias de las mujeres en Francia.

El 19 de enero de 1926, Jeanne Chauvin recibirá la insignia de Caballero de la Legión de Honor de manos del Presidente de la República. Poco después, moriría en Provins, el 7 de septiembre de 1926 a la edad de 64 años.

No fue hasta 1998 que una mujer fue elegida presidenta del Colegio de Abogados de París.

Entre 2009 – 2019, el número de abogados en Francia se ha incrementado en más de un 36%. La profesión ahora cuenta con unos 68.464 profesionales. Más del 56.4% de los abogados en Francia son mujeres.

La Universidad de Paris inauguró en 2018 la Bibliothèque universitaire Jeanne-Chauvin

Mujeres abogadas, grabado de Albert Robida extracto del libro El siglo veinte de 1883 (visión futurista del siglo XX: en 1883 imaginamos que en el siglo XX las mujeres podrían ser abogadas) — Le XXieme siecle 1883 (visión futurista del siglo XX)

Más información y fuentes:

Biblioteca Nacional de España

Biblioteca Nacional de Francia

Blog de Maitre Dominique Piau

Asamblea Nacional de Francia

http://avocatparis.org/

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